Tras 53 días de misión, la sonda china Chang’e-6 ha retornado exitosamente a la Tierra con las primeras muestras de la cara oculta de la Luna. Este logro, de gran relevancia para el conocimiento científico, permitirá entender mejor la historia y formación del satélite terrestre.
La misión se caracterizó por su alta complejidad técnica, especialmente en cuanto a comunicación, y es una de las más ambiciosas jamás realizadas por China en el espacio. La agencia espacial china CNSA informó que el módulo de regreso aterrizó sin contratiempos en una zona desértica de Mongolia interior, en el norte de China. “Todo funciona con normalidad”, destacó la CNSA en un comunicado, subrayando el éxito total de la misión.
La cápsula de la sonda descendió lentamente con la ayuda de un paracaídas rojo y blanco, tocando tierra suavemente junto a una bandera china, según imágenes difundidas por la televisión estatal CCTV. La cara oculta de la Luna, una zona poco explorada debido a su invisibilidad desde la Tierra, ahora ofrecerá nuevas oportunidades para la investigación científica gracias a las muestras recogidas por Chang’e-6.